Neuquén (EP) 22 de julio ‘25. Tomará el control Pablo Iuliano, ex CEO de YPF. Tango Energy aportará un salvataje de USD 36 millones para ser a ser titular del 90% del capital accionario. Los actuales socios fundadores mantendrán el 10% restante.
En una maniobra de alto voltaje financiero, Aconcagua Energía S.A., una de las operadoras independientes con activos en la Cuenca Neuquina, anunció un cambio de control accionario en medio de su plan de reestructuración de deuda, en un intento por evitar el colapso y abrir una nueva etapa bajo el liderazgo de Tango Energy, la sociedad comandada por el ex CEO de YPF, Pablo Iuliano, quien además asumirá como nuevo CEO de la petrolera.
El anuncio, ingresado como Hecho Relevante ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), firmado por el CFO de la empresa Javier Basso, llega en medio de una situación crítica: la petrolera no pudo afrontar los vencimientos de capital e intereses de sus Obligaciones Negociables clases I, IV y V, acumulando un impago por más de $8.000 millones entre el 11 y el 14 de julio.
Pese al temblor, la empresa presentó un ambicioso plan de salvataje que articula reestructuración financiera, cambio de control y nuevos compromisos de inversión, con el respaldo de pesos pesados del sector: Vista Energy Argentina S.A.U. y Trafigura, a través de su afiliada AR Energy Resources S.A.
El salvavidas: USD 36 millones y cambio de mando
La llave para la continuidad operativa viene de la mano de Tango Energy S.A.U., que acordó capitalizar la compañía mediante una suscripción primaria de acciones por USD 36 millones, con lo cual pasará a ser titular del 90% del capital accionario. Los actuales socios fundadores mantendrán el 10% restante.
Tango Energy es una sociedad creada por Iuliano y co-controlada por AR Energy Resources S.A. (afiliada a Trafigura Argentina S.A.) y Vista Energy Argentina, la compañía liderada por Miguel Galuccio. Esta estructura marca un cambio profundo en el rumbo de Aconcagua Energía, que desde ahora quedará bajo el timón de Iuliano en el rol de CEO, con la misión de estabilizar las finanzas y reposicionar a la operadora en el competitivo mercado de hidrocarburos.
Reestructuración de la deuda
El acuerdo con Tango está supeditado a una condición fundamental: que Aconcagua logre reestructurar exitosamente el 90% de su deuda financiera y comercial, un desafío técnico y político que requerirá negociar con múltiples acreedores en tiempo récord.
El plan diseñado con asesoramiento de VALO Columbus incluye subastas holandesas, canjes por nuevas ONs en dólares (Dollar Linked y Hard Dollar), incentivos a bonistas, períodos de gracia de hasta cinco años y pagos escalonados. Las tasas van desde un conservador 2% anual hasta un 7% en los tramos más largos. También se prevé un mecanismo de cash sweep para adelantar pagos si la operación mejora.
Entre los aspectos más complejos figura la necesidad de obtener consentimiento del 90% de cada clase de acreedores, lograr el rating crediticio de las nuevas ONs, y sellar una adenda clave con Vista para rediseñar contratos de producción. Si no se cumplen estas condiciones, Aconcagua anticipó que podría activar un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), aunque excluyendo expresamente a Trafigura y Vista como acreedores, para proteger su rol de socios estratégicos.
La operación marca un giro decisivo para Aconcagua Energía. Con activos en Río Negro y presencia operativa en el sur de Mendoza y Río Negro, la empresa busca dejar atrás una etapa de sobreendeudamiento y falta de financiamiento. La conducción de Pablo Iuliano —ahora con el respaldo del músculo financiero de Trafigura y Vista— podría reencauzar la operadora en un contexto de mayores oportunidades para el desarrollo de hidrocarburos no convencionales.
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Fotografía El Economista