Chubut (EPatagonicas) 04 de Noviembre. – El plan oficial para reforestar el área arrasada durante los incendios del verano pasado habla de un trabajo a 30 años pero advierte que la primera década es clave. En un tercio del área afectada, la vegetación y el suelo fueron reducidos a cenizas. Más de la mitad de la superficie afectada era considerada de “muy alto valor de conservación”.

Implementar un plan para recuperar los bosques quemados en Chubut costará 67.328.000 pesos, unos 7.155.000 dólares, para los primeros 10 años. Lo advirtió un informe oficial del Ministerio de Desarrollo Territorial de Chubut, que considera que este operativo es “una empresa sin precedentes en la región”.

De acuerdo al documento, el éxito del emprendimiento dependerá de muchas variables ambientales, técnicas, y de aceptación y acompañamiento social. Pero el primer escollo a solucionar es el financiamiento a corto y mediano plazo. El dinero permitiría restaurar 3.000 hectáreas que se consideran prioritarias y factibles de revitalizar.

El nombre del proyecto es “Programa Integral de Manejo y Restauración de las Grandes Áreas Afectadas por los Incendios Forestales de la Temporada 2014-2015 en la Provincia de Chubut”. Y aunque apunta a 30 años, se concentra en lo que debería hacerse en la próxima década.

El objetivo es restaurar las superficies quemadas y aplicar técnicas de manejo asociadas a futuros usos. El plan incluye la participación de organismos estatales y de los pobladores del lugar.

El panorama que plantea el informe es complicado: en la temporada 2014/15 hubo en Chubut grandes incendios con más de 42.000 hectáreas afectadas. Esta superficie es el 4,3% de los bosques provinciales.

La iniciativa apunta a recuperar zonas afectadas por el incendio de “Las Horquetas” en Cholila, que abarcó 28.960,3 hectáreas; en “Del Morro”, zona de El Turbio, con 387,3 hectáreas dentro del Parque Nacional Lago Puelo, y Cerro Plataforma, con 7.371,3 hectáreas; en El Desemboque, con 2.306,8 hectáreas, y en Currumahuida y Lago Puelo, con 3.150,8 hectáreas afectadas. Epuyén, Puelo y El Turbio muestran una importante tasa de repetición de incendios en los últimos 50 años.

El ñire fue la especie vegetal más afectada con un 23,4%, seguido por el matorral mixto, la lenga y el coihue, en un total de 29.349 hectáreas. Además se identificaron 2.398 hectáreas de ciprés de la cordillera, un 6,3% del total afectado. Como especies con valor especial de conservación, se puede mencionar la afectación de 5,7 hectáreas de alerce.

Los incendios afectaron un 56 % de sectores considerados como de muy alto valor de conservación; 43,9 % de sectores de mediano valor de conservación y 0,1% del área con bajo valor de conservación pero donde se debe garantizar poder mantener la capacidad productiva del suelo.

El informe admite que los incendios tuvieron “un efecto inmensurable” sobre la regulación hídrica, la protección del suelo, la calidad del agua, la belleza escénica, la conservación de la biodiversidad y la fijación de gases efecto invernadero. Un 75% del área afectada tiene muy alto riesgo de erosión hídrica.