Neuquén (EPatagonicas) 06 de Marzo. – El senador y dirigente sindical Guillermo Pereyra afirmó, tras un encuentro con el gobernador neuquino Omar Gutiérrez, que la empresa YPF ha bajado ya 56 equipos, que corren peligro 1.700 puestos de trabajo, y que tal situación es un paso previo a que “las empresas pequeñas y medianas caigan”.

Pereyra estuvo reunido en la casa de gobierno neuquina con Gutiérrez; el titular del sindicato de Petroleros Jerárquicos, Manuel Arévalo; el secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones y Personal del Transporte Automotor de Cargas del Neuquén, Carlos Rojas; y los representantes de las cámaras que representan a las PyME del sector hidrocarburífero.

Al cabo del encuentro, se evidenció la intención política de presionar fuerte al gobierno nacional para que tome cartas en el asunto, a partir de la mayoría accionaria que tiene en el directorio de YPF.

El senador neuquino y secretario general del gremio petrolero denunció el ahogo financiero que la situación petrolera y el rol que tiene YPF en ella produce en las pequeñas y medianas empresas que desarrollan su actividad en la cuenca neuquina, y aseguró que todavía no han podido pagar los sueldos de este mes y “no saben cuándo los van a pagar”.

“Este es un paso previo a que las empresas caigan”, advirtió.

“YPF dice que solamente bajó 21 equipos, eso no es cierto, son 56 y tienen otros ocho o nueve más”, afirmó el dirigente sindical y remarcó que los directivos de la empresa “no están diciendo la verdad”. Pereyra recordó que corren peligro 1.700 puestos de trabajo y desde el Sindicato no van a permitir “ningún despido de ningún trabajador”.

A partir de la reunión con las empresas locales, agrupadas en dos cámaras, Pereyra dijo que ve con preocupación la realidad que están atravesando, “donde ya no pueden pagar los aportes, no pueden pagar los salarios y no saben cuándo van a pagar”.

El senador explicó que YPF no tiene empleados directos con el gremio, tiene contratistas a las que “les viene produciendo un ahogo financiero, donde la habilitación le demora 90 días para poder facturar, hay 30, 40 días más para pagar. Tienen que tomar créditos que a veces los bancos no dan y a tasas muy altas”.

“Nosotros no solamente debemos cuidar al trabajador, sino también cuidar a las empresas para que puedan los trabajadores percibir su salario dignamente y no estar en esta situación”, enfatizó.

En este sentido, pidió “trabajar todos juntos, empresas, Gobierno y sindicatos”; para plantear el problema ante el Gobierno Nacional, “que es el accionista más importante de YPF y tiene las herramientas para resolver el problema”.