Chubut (EP) 31 de julio ‘25. Hoy quedarían solo tres empresas de servicios especiales en la cuenca San Jorge.
El retiro de Schlumberger representa otro golpe para la cuenca del golfo San Jorge, tanto por el impacto inmediato en el empleo como por la pérdida de capacidad técnica. La salida de la empresa implica la pérdida de al menos 80 puestos de trabajo, incluyendo tareas en el sector de electrosumergibles (PCP), áreas administrativas y servicios asociados.
La consecuencia más grave, además del desempleo, es que desaparece un servicio clave para pozos que requieren perfiles eléctricos, lo que obliga a pensar en contrataciones externas desde otras regiones, como Neuquén. Esto incrementaría los costos de operación, en un escenario que ya obliga a las empresas a reducir gastos y reorganizar actividades.
La partida de Schlumberger se suma a un éxodo que no se detiene: Halliburton se retiró a comienzos de año, en un camino que ya había iniciado Baker Hughes. Otras compañías, como Calfrac y Weatherford “apagan sus luces” lentamente, con cada vez menos actividad.
En la región sólo permanecen tres firmas dedicadas a los denominados “servicios especiales”, que son requeridos tras la perforación de los pozos: Geopatagonia, Latitud 45 y San Antonio. Esta última también enfrenta dificultades: meses atrás puso en subasta una serie de equipos en desuso, sin lograr atraer oferentes, en un contexto de alto endeudamiento. Aun así, mantiene parte de su capacidad operativa en tareas como cementación y fractura.
Vaca Muerta, el espejo que también se resquebraja
Ni siquiera la cuenca que concentra hoy la mayor parte de las inversiones en el país está exenta de turbulencias. Vaca Muerta, que se convirtió en la “aspiradora de inversiones” del sector energético, enfrenta ahora su propio frente de conflicto. El sindicato petrolero de Neuquén lanzó recientemente un paro de 48 horas -luego frenado por conciliación obligatoria- en protesta por la situación de 2.000 trabajadores que permanecen en sus casas, bajo riesgo de despido. A esto se suman las 1.200 cesantías que ya se concretaron en los últimos meses.
En paralelo, la Cámara de Empresas Regionales del golfo San Jorge estimó la semana pasada que, sólo en Chubut, ya se produjeron unas 3.000 desvinculaciones en lo que va del año. A esto debe añadirse una cifra similar en el norte de Santa Cruz. La precariedad laboral, por lo tanto, no es exclusiva de cuencas maduras como la del golfo: se extiende también a la zona más prometedora del país.
La diferencia, por ahora, es que en la cuenca Neuquina todavía existen expectativas de reinserción laboral a mediano plazo, producto del crecimiento proyectado para la actividad. Pero incluso allí, nuevas señales de alerta apuntan a una reconfiguración del mercado.
Empresas que no emigran: directamente se van del país
Más allá de los movimientos entre regiones, el fenómeno más preocupante es el retiro directo de compañías del país. Total Energies analiza tomar el mismo camino que ya recorrieron la malaya Petronas y la estadounidense Exxon. Otras grandes como Equinor y Raízen también evalúan su continuidad.
En algunos casos, la salida de multinacionales dio paso a capitales nacionales. Por ejemplo, Vista se quedó con los activos de Petronas y Pluspetrol con los de Exxon. Pero analistas del sector advierten que esa capacidad financiera interna podría no ser suficiente para sostener la inversión a gran escala que demanda Vaca Muerta.
Mientras tanto, los récords de producción de la cuenca Neuquina siguen postergando respuestas más de fondo. Sin embargo, las señales actuales marcan un viraje que impactará en toda la cadena de valor del sector energético argentino, en un contexto internacional con tendencia de precios a la baja.
Es necesario evitar un vaciamiento acelerado de la cuenca San Jorge
Para la cuenca del golfo San Jorge, el desafío ya no parece estar en competir por volumen de producción, sino en encontrar un rol más limitado, pero más eficiente, que garantice su subsistencia.
Esa adaptación deberá ser también entendida por los nuevos operadores de la región, a quienes se le reclama una deuda con contratistas que equivale al 10% de su inversión para adquirir las áreas maduras. Financiarse sobre esas espaldas no parece la mejor carta de presentación. Los próximos 15 días, que son los de la conciliación obligatoria que frenó el paro petrolero en esta región, permitirán verificar si hubo un cambio en ese plano.
La pérdida de servicios especializados, como los que prestaba Schlumberger, obliga a repensar la operación con menos recursos, mayor previsibilidad y foco en la rentabilidad.
El conflicto que se desactivó el martes, con la conciliación obligatoria que lo dejó temporalmente en suspenso, seguirá latente durante los próximos 15 ó 20 días.
En ese nuevo esquema, será clave el acompañamiento del Estado nacional, si es que en algún momento el Congreso de la Nación activa la discusión del proyecto de ley para incentivar la actividad en cuencas maduras.
Esto será fundamental, tanto para mantener actividad como para sostener los empleos en riesgo. Porque si la lógica del ajuste se impone sin una estrategia regional, el vaciamiento de esta cuenca puede acelerarse más de lo previsto.
Gentileza https://www.adnsur.com.ar/
Fotografía El Vigilante Web