Buenos Aires (EP) 01 de julio ‘25. En la misma semana en que YPF anunció la “uberización” de sus precios, las provincias se plantaron frente a Nación por el Impuesto a los Combustibles Líquidos.
Esta semana, YPF anunció la “uberización” de los precios de la nafta y el gasoil, que se ajustarán a lo largo del día de acuerdo a la demanda. En paralelo, representantes de todas las provincias se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para reclamar a Nación los fondos del Impuesto a los Combustibles Líquidos. Se trata de un porcentaje que los consumidores pagan en cada carga y que, en teoría, debería destinarse a infraestructura y al mantenimiento de las rutas.
En la Patagonia, los debates alrededor del tema tienen un componente adicional: el histórico beneficio impositivo que tuvo la región se diluyó y, a diferencia de lo que pasaba hace algunos años, llenar el tanque en el sur puede llegar a ser más caro que en otras regiones de la Argentina.
La compañía con mayoría accionaria estatal (que concentra el 55% del mercado) pretende replicar el modelo que utilizan aplicaciones como Uber y Cabify para subir o bajar las tarifas de acuerdo a la demanda. El primer paso de YPF fue poner en marcha cinco pruebas piloto en estaciones de autodespacho (tres en Capital Federal, una en Rosario y otra en Mendoza) donde la nafta y el gasoil serán un 5% más barato entre las 00 y las 6 de la mañana. En los próximos meses, el sistema se extenderá al resto del país.
La medida pretende tener un impacto directo en los clientes para ofrecer mejores tarifas y mejorar la calidad del servicio con, por ejemplo, una reducción en el tiempo de espera. Sin embargo, mientras la noticia de YPF acaparó toda la atención, las provincias pusieron sobre la mesa otro tema de discusión: ¿qué hace Nación con el dinero que recauda en concepto de impuestos con cada carga?
Según un relevamiento del sitio especializado Surtidores, en mayo, por primera vez en 34 años el gasoil fue más caro en la Patagonia que en Buenos Aires. De ahí que en el sur la queja sea doble, ya que los mandatarios sostienen que a pesar de que los usuarios pagan más, sus provincias no perciben ningún beneficio.
El combustible barato en la Patagonia, cosa de pasado
Según explicó a ADNSUR Nicolás Taiarol, economista especializado en gas y petróleo, “el precio de la nafta y el gasoil se compone por el precio en sí del combustible más dos impuestos: el Impuesto al Dióxido de Carbono y el Impuesto a los Combustibles Líquidos”.
“En la actualidad, YPF está intentando normalizar el precio en todo el país, pero lo cierto es que en todos los lugares hay precios diferentes debido al costo del traslado. Las grandes refinerías están en Buenos Aires. En el Gran Buenos Aires -YPF en La Plata, Shell en Dock Sud y Axion en Campana-. También hay una en Mendoza y otra chica en Neuquén. Refinor, en el Norte, casi no está funcionando y la de Santa Fe está cerrada. Con lo cual, la mayor parte del combustible se genera en la provincia de Buenos Aires y el traslado se hace en camiones”, agregó Taiarol.
En 1998, el gobierno de Carlos Menem aprobó un régimen impositivo especial para Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Pampa, el partido de Patagones (Buenos Aires) y el departamento de Malargue (Mendoza). El objetivo era atenuar los efectos del alto costo logístico y climático en la región y, en la práctica, se tradujo en combustible más barato con respecto al resto del país.
Sin embargo, en los últimos años los precios en el sur se comenzaron a equiparar con el resto del país. El beneficio impositivo sigue existiendo, pero se diluyó. Según el sitio Surtidores, una de las razones es que en 2016, el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, modificó el cálculo del componente tributario del litro de combustibles líquidos.
Taiarol añadió otro componente: “Este impuesto no es un porcentaje, sino que es un monto fijo por litro. En el gobierno de Alberto Fernandez se decidió congelarlo para evitar aumentos en el combustible, que generan otros aumentos. Fue una especie de ancla inflacionaria. El Impuesto al Dióxido de Carbono y el Impuesto a los Combustibles Líquidos estuvieron estancados alrededor de tres años y aunque se empezaron a descongelar en la administración de Javier Milei, todavía no se actualizaron del todo. Por lo tanto, estos tributos cada vez representan menos en el precio que paga cada consumidor y el beneficio se diluye”.
La pérdida en la práctica del beneficio impositivo se puede comprobar en el sitio de la Secretaría de Energía de la Nación, donde se pueden consultar las tarifas de todo el país y según bandera.
Según los últimos datos disponibles, de mayo de 2025, el litro de gasoil costó:
$1.182 (Buenos Aires)
$1.178 (CABA)
$1.300 (Neuquén)
$1.242 (Río Negro)
$1.250 (Chubut)
$1.250 (Santa Cruz)
Los fueguinos fueron los únicos que pagaron menos que los bonaerenses y los porteños: $1.083.
Con el precio de la nafta premium hubo otras variaciones:
$1.419 (Buenos Aires)
$1.178 (CABA)
$1.280 (Neuquén)
$1.218 (Río Negro)
$1.225 (Chubut)
$1.233 (Santa Cruz)
$1.101 (Tierra del Fuego).
En el precio de la nafta súper, las patagónicas aparecen en una mejor posición, aunque lejos de la diferencia que supo haber en el pasado:
$1.201 (Buenos Aires)
$1.201 (CABA)
$1.080 (Neuquén)
$1.022 (Río Negro)
$1.028 (Chubut)
$965 (Santa Cruz)
$913 (Tierra del Fuego).
El reclamo de las provincias: coparticipación y rutas nacionales
Los dos tributos en cuestión tienen una lógica: el Impuesto al Dióxido de Carbono sería un impuesto por contaminar y el Impuesto a los Combustibles Líquidos entiende que el usuario utiliza las rutas y que debe hacer un aporte para su mantenimiento.
La gestión de Milei descongeló estos impuestos, pero decidió escalonar las actualizaciones para atenuar su impacto inflacionario (el decreto 368/2025, del 30 de mayo, estableció un aumento parcial). Sin embargo, no destina lo que se recauda en los fines para los que se crearon estos tributos: infraestructura y rutas.
Por ese motivo, el lunes 23, en el CFI, los gobernadores de todas las provincias firmaron un documento en el que acordaron impulsar un proyecto de ley “mediante el cual se decide la eliminación de todos los fondos fiduciarios que se financian con el Impuesto a los Combustibles Líquidos (Ley 23.966) para que tanto Nación como las 24 jurisdicciones puedan destinar esos fondos según las prioridades que cada uno defina”.
Al día siguiente, Figueroa calificó esta discusión como “medular”. “Nosotros estamos pidiendo el reparto de esos fondos para poder sostener todos los gastos que son necesarios para las rutas nacionales que existen en cada provincia, porque las rutas son nacionales, pero los vecinos que tienen accidentes son nuestros; entonces, es muy importante que si se reúne un fondo específico para esto sea bien utilizado”.
Ese mismo día, Weretilneck ratificó el reclamo en X: “Esa plata, que paga cada argentino cuando carga combustible, termina en fondos fiduciarios nacionales, sin control, sin transparencia y sin impacto real en el interior. Mientras tanto, las provincias hacemos frente a la educación, la salud, las rutas, la seguridad”, escribió.
El chubutense Ignacio Torres habló de la necesidad de la Argentina de tener “una matriz fiscal más justa y federal” y sostuvo que la eliminación de lo fondos fiduciarios que se financian con el Impuesto a los Combustibles Líquidos “va a permitir que cada provincia pueda administrar lo recaudado según sus propias necesidades”.
“En las provincias petroleras hay mucho tráfico de camiones que van y vienen y que destruyen las rutas. Si ves las rutas donde se transportan granos notás que están muy deterioradas. Pasa lo mismo en las petroleras, porque la carga es muy pesada. Por eso los gobernadores se quejan y quieren disponer de ese dinero”, explicó Taiarol.
El dinero del Impuesto a los Combustibles Líquidos que retiene Nación y que las provincias ahora proponen coparticipar es de $1,2 billones a valores actuales. En la oposición cuestionan que Nación no transparente el destino de los fondos y el reclamo también llegó al Congreso con un pedido de informes presentado por la diputada de Democracia Para Siempre Marcela Coli, de La Pampa. “Hoy no sabemos en qué se distribuyen los porcentajes del Impuesto a los Combustibles Líquidos, a dónde va, a dónde está ese dinero ni en qué se está utilizando”, se quejó la legisladora ante la consulta de ADNSUR.
“En mi provincia hay muchos reclamos por el estado de las rutas nacionales que surcan varios kilómetros y que se encuentran en un estado de total abandono. Hay empresas de pasajeros que han limitado su frecuencia por esta razón y se producen muchos accidentes. Se puede poner como ejemplo la 151, donde hay un tramo que se encuentra con una obra inconclusa que comenzó durante el gobierno de Mauricio Macri y aún no se culmina. Desde La Pampa, pasando por Río Negro, es una zona hidrocarburífera, y la ruta esta deformada y en pates con pozos que asimilar a un cráter”, agregó Coli.
La noticia de la uberización de las tarifas de YPF, que implica el despliegue de una megaoficina en Puerto Madero y la utilización de Inteligencia Artificial, generó expectativas por el posible impacto positivo que tendrá para los consumidores. Los gobernadores, sin embargo, también pretenden que el foco mediático se ponga sobre el precio de los combustibles, pero enfocados en su pelea fiscal con Nación.
Gentileza https://www.adnsur.com.ar/