Una comunidad mapuche lidera el primer parque solar indígena de América Latina


Neuquén (EP) 25 de julio ‘25. La comunidad mapuche Millaqueo, ubicada cerca de la ciudad de Zapala, en la provincia de Neuquén, está dando un paso histórico en la transición energética de la región al convertirse en la primera comunidad originaria del país en desarrollar un parque solar en sus propios territorios. El proyecto, en asociación con el sector privado, ya cuenta con su licencia ambiental y se presenta como el primero de América Latina con participación indígena como socia accionista.

El impulso original del proyecto fue promovido por Patricio Zapata, ex lonko de la comunidad y expresidente de la organización Cla Nehuen Antú. Zapata, quien falleció el año pasado, consideraba que esta iniciativa marcaría “un punto de inflexión para nuestra comunidad”. Su legado fue asumido por su hija Stella, quien actualmente preside la sociedad que lidera el emprendimiento.

Stella avanza en sus estudios de Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional del Comahue y también cursa la Tecnicatura en Planificación Ambiental. Su formación académica se combina con las tareas diarias que realiza dentro del proyecto, aportando conocimientos técnicos clave para su desarrollo.

El parque solar contará con una potencia instalada de 18 MW y se encuentra en una fase avanzada de ejecución. El consorcio desarrollador está conformado por la empresa Sustentar Energía, que acumula más de 4200 MW desarrollados en energías renovables; la comunidad Millaqueo, que posee la tierra donde se emplaza el parque; y la firma Meliquina, dedicada al codesarrollo de proyectos energéticos sostenibles. El usufructo de la tierra será por 30 años y ya cuenta con factibilidad técnica otorgada por el Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN).

Desde Meliquina destacan que “involucrar a las comunidades como socias y dueñas en el negocio lleva a mejores resultados para el proyecto, los desarrolladores, los inversores y la población local”. La inclusión activa de los pueblos originarios genera beneficios sociales y fortalece la legitimidad de los emprendimientos.

El proceso de construcción del parque demandará unos 12 meses y generará empleo temporal, tanto directo como indirecto, para trabajadores y empresas locales. Una vez operativo, ofrecerá puestos de trabajo permanentes principalmente en tareas de mantenimiento y seguridad.

Además de su impacto económico, el proyecto incorpora ventajas estratégicas para las empresas energéticas, como la mitigación de riesgos, el diseño colaborativo desde etapas tempranas, la aceleración en permisos regulatorios y el acceso ampliado a financiamiento. Todo ello es posible gracias al respaldo de la comunidad local y la transparencia en los acuerdos.

El técnico Matías Dumais, integrante de Meliquina, asegura que el proyecto lo entusiasma profundamente. “Estoy enamorado de lo que significa. Eso me hace venir con toda la energía cada semana”, expresa. Destaca también que ya se superaron instancias clave como la audiencia pública y el permiso de impacto ambiental.

Desde la comunidad, el actual lonko Blas Ortiz remarca que el proyecto comenzó en 2017 y que fue una decisión colectiva continuar con la visión original. “Es el futuro de la comunidad, que podrán disfrutar nuestros hijos y nietos”, asegura.

Nora Romero Inal, también autoridad tradicional, destaca la importancia de contar con la titularidad de la tierra como uno de los logros fundamentales que hicieron posible el proyecto. “Es una alegría seguir adelante con lo que estamos concretando”, expresa.

Stella, al frente de Cla Nehuen Antú, afirma que el equipo está en pleno proceso de formación y aprendizaje. “Hemos pasado de criar animales a manejar un glosario de términos financieros y de desarrollo, articulando con empresas y organismos”, señala.

Para la werken Adela Acuña, cada etapa del proyecto representó un aprendizaje. “Nos costó entender al principio, pero cada paso fue importante”, relata. La iniciativa representa mucho más que ingresos económicos: es una apuesta a largo plazo para las próximas generaciones.

La obtención de la licencia ambiental permite avanzar con los últimos trámites ante la secretaría de Ambiente y Recursos Naturales de Neuquén. Las evaluaciones oficiales concluyeron que el parque solar no presenta impactos negativos sobre el ambiente ni sobre los recursos naturales. El proyecto Antú, como fue denominado, marca un precedente en la integración entre pueblos originarios y energías limpias.

Gentileza https://infoenergia.info/

Fotografía Meliquina