Neuquén (EP), 8 de septiembre ‘25. La empresa proyecta pozos horizontales en Lajas y mayor capacidad de compresión para reinyección, mientras en Mendoza avanza con sísmica 3D y reactivación de pozos.
Quintana Energy tiene un plan claro en Estación Fernández Oro (EFO): reposicionar al yacimiento como un exponente del gas natural. La compañía, que adquirió en febrero último la concesión ubicada en la provincia de Río Negro, combina una estrategia de desarrollo del tight gas con pozos que tienen como objetivo distintas rocas.
El gas de EFO se extraerá con no convencional en la formación Lajas, aunque también heredan pozos convencionales que llegan a las rocas Quintuco y Sierras Blancas. La estrategia también combina proyectos de almacenamiento. El plan de almacenamiento prevé un aumento significativo en la capacidad de compresión para la reinyección de gas.
¿De qué se trata el almacenamiento? Así lo describió el CEO de Quintana, Carlos Gilardone, a EnergíaON: “El objetivo es aumentar la capacidad de compresión para la reinyección a formación. Estamos trabajando junto a Galileo y otros proveedores para alcanzar, hacia fin de año, una capacidad de reinyección de 600.000 m³/día, con la meta de llegar a 1.600.000 m³/día para fines de 2026”.
“Respecto a Lajas, buscamos drenar volúmenes en arenas que no fueron contactadas por los pozos verticales existentes. Con un factor de recuperación actual cercano al 30%, la aplicación de tecnología de pozos horizontales multifracturados puede incrementar significativamente ese porcentaje”, añadió el gerente general de la compañía.
El desarrollo de EFO se apoya en infraestructura clave. La compañía adquirió a YPF una planta de tratamiento con capacidad para 4,5 millones de metros cúbicos diarios, una cifra muy superior al millón que la petrolera estatal planeaba conservar -cuando puso en venta el área en el marco del Plan Andes-. La operación demandó más de 25 millones de dólares y fue financiada con el respaldo de Trafigura y Banco Galicia. “Nuestro objetivo es llenar esta planta lo antes posible, tanto con gas de Lajas como con gas recuperado por reinyección”, señaló el CEO.
En materia de transporte, el gas de EFO no se inyecta directamente en el Gasoducto Perito Moreno (el ex Néstor Kirchner), aunque la empresa implementa swaps con producción de sus áreas en Mendoza Sur. En el caso del petróleo, la evacuación se realiza a través de un oleoducto que conecta con la planta de Oldelval en Allen, lo que asegura salida fluida de crudo.
Expansión al shale de Mendoza
El segundo frente de la compañía se ubica en el clúster Mendoza Sur, donde Quintana asumió la operación el 1 de julio, también al adquirir áreas maduras de las que YPF se desprendió. El paquete incluye seis concesiones que producen en conjunto un millón de metros cúbicos de gas y 1.800 barriles diarios de petróleo y gasolina.
“El foco en Mendoza está puesto en Vaca Muerta”, destacó Gilardone. Como parte de ese plan, la empresa lanzó la licitación para adquirir 180 kilómetros cuadrados de sísmica 3D en el bloque Cañadón Amarillo, lo que permitirá identificar zonas de shale con mayor potencial que hasta ahora no contaban con cobertura de alta resolución.
El proyecto contempla además un programa de reparación y reactivación de pozos inactivos, al tiempo que se refuerzan los trabajos de integridad de instalaciones. “Nos encontramos con un estado bastante deteriorado y estamos destinando recursos para poner la operación en condiciones”, explicó el directivo en el diálogo con este medio.
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