Chubut (EP), 15 de septiembre ‘25. La puja por el yacimiento más productivo de la provincia entra en una nueva fase. Empresas locales, grupos internacionales y jugadores históricos buscan quedarse con un bloque que todavía muestra su mejor potencial. La vida después de YPF y las expectativas por la D-129.
Manantiales Behr es la última joya productiva de YPF en Chubut: produce 4.000 m³ de petróleo por día, aporta un quinto de la producción provincial y está lejos de agotarse. Por eso, el proceso de traspaso que abrió la petrolera encendió una competencia entre viejos conocidos y nuevos jugadores, en busca de quedarse con un bloque que todavía promete mucho.
En pleno proceso de transformación de la actividad hidrocarburífera, la cuenca San Jorge tiene en el horizonte cercano dos ecuaciones a resolver. La más inmediata se vincula a la conclusión del proceso de salida de YPF, tanto en Santa Cruz como en Chubut.
En el norte santacruceño, el proceso ya está en manos del gobierno provincial, al haber recibido la devolución de las áreas, que ahora apunta a concesionarlas nuevamente. Tal como informó ADNSUR, ya se avanzó con un grupo de empresas que hicieron una oferta por 1.200 millones de dólares y días atrás se presentó la misma en la Expo Oil & Gas, con la expectativa de captar eventuales interesados que superen aquel programa.
En Chubut, por otra parte, YPF todavía está en control de Manantiales Behr y comenzó el análisis de las ofertas recibidas el último viernes. Con una expectativa de precio del orden de los 500 millones de dólares, todavía hay mucho por andar para conocer un ganador, pero vale explorar cuáles son algunos de los perfiles interesados en quedarse con “la última joya”.
Pulseada con segunda vuelta
Tras concretarse la presentación de ofertas el viernes 5 de septiembre, esta columna pudo saber que YPF evalúa abrir una segunda vuelta, no tanto por los montos ofrecidos —que dejaron conformes a la compañía—, sino para ajustar requisitos técnicos y formales antes de pasar a la siguiente etapa.
Recién entonces se avanzará en la selección y el due diligence, que es la ronda final en la que los potenciales ganadores son invitados a recorrer los yacimientos y verificar información in situ sobre instalaciones y otros factores, con modalidad de auditoría confidencial.
Nombres en pugna
Tal como reflejó esta agencia días atrás, entre los oferentes aparecen empresas como CAPSA y PECOM. Ambas compañías ya habían competido también por Escalante-Trébol y Central-Perdido, mientras que la pulseada se reedita por este nuevo bloque.
Mientras la primera apunta a empezar a reflejar resultados en los procesos de recuperación terciaria iniciados en el primer bloque, con la puesta en marcha de la nueva planta de inyección de polímeros anunciada para este mes, la segunda suele mencionarse como referencia del manejo eficiente en yacimientos maduros.
En la jerga de la cuenca se habla del “modelo Capsa” para resumir cómo la compañía logró sostener producción en yacimientos maduros, aplicando disciplina de costos y técnicas de recuperación avanzada, con fuerte experiencia en el manejo creciente de los volúmenes de agua de formación.
Vale recordar, sin embargo, que Manantiales Behr no es un área en declive, sino, al contrario, tiene un alto potencial productivo a partir de los resultados que obtuvo con las técnicas de recuperación terciaria, por lo que demandará una apuesta de inversión sostenida para mantener una curva que hoy está cerca de sus niveles históricos más elevados.
Otro de los nombres que apareció en escena es el Grupo San Martín Energía–Archer Exploration Corp. En su sitio web se presentan una alianza: Rios Bassenave SRL (empresa de servicios local), Archer Exploration Corp, de Canadá, y Element Technical Services.
Por otro lado, trascendió también en los últimos días que CGC habría ofertado por Manantiales Behr. La firma del grupo Eurnekián ya opera áreas en el norte santacruceño, tras la adquisición de la concesión que operaba Sinopec.
Las versiones en los últimos días dieron cuenta de otras potenciales alianzas de empresarios de la región, pero el hermetismo y las desconfianzas cruzadas en el sector, donde “nadie quiere asomar la cabeza” hasta no avanzar a una fase más concreta del proceso, impiden conocer más detalles.
Qué representa Manantiales Behr en Chubut
A diferencia de la mayoría de los bloques de los que se desprendió YPF en el país, Manantiales Behr no pierde dinero. Por el contrario: es un activo clave que hoy explica el 7% de la producción de la compañía a nivel nacional y el 20% de la provincia.
Produce 4.000 metros cúbicos diarios de crudo, un volumen que lo mantiene en la élite de la cuenca (sólo superado por Cerro Dragón, con más de 12.000 m³), con una perspectiva de crecimiento en base a los proyectos de recuperación terciaria que la misma operadora de bandera diseñó antes de iniciar el ‘Plan Andes’.
Desde esa perspectiva, expertos en el tema, que conocen el área, explicaron que a mediano plazo podría también esperarse un plan de perforación para la inyección de polímeros desde nuevos pozos, aunque en lo inmediato la viabilidad de perforación estará limitada por los altos costos y el bajo precio internacional del petróleo.
La otra apuesta: el shale de la D-129
Se dijo más arriba, en este mismo informe, que hay una segunda ecuación con resultados a conocer próximamente en Chubut. Estos salen de la órbita de YPF y van hacia el reciente cambio en la concesión de Cerro Dragón, operado por PAE, en un área no convencional.
El ministro de Hidrocarburos, Federico Ponce, anticipó que el segundo pozo exploratorio en zona de río Chico, para ir en busca de resultados en la formación D-129, está contemplado para la última parte de este año.
El primer pozo en la D-129 dejó un sabor agridulce: de 25 fracturas, apenas 4 dieron indicios positivos de producción. Pero el ensayo demostró que la roca madre tiene potencial de gas condensado y sirvió para sumar experiencia.
Así lo reconoció el director de Upstream de Pan American, Fausto Caretta, durante la reciente Jornada de Energía realizada en Comodoro: “Demostramos que la roca madre de la cuenca tiene potencial no convencional. No es Vaca Muerta, pero ya comprobamos que puede producir gas condensado”, expresó.
En base a esa curva de aprendizaje y la incorporación de expertos internacionales para optimizar el próximo pozo, añadió: “Estoy convencido de que hay un potencial interesante. Si logramos que la mayoría de las fracturas fluyan, podemos hablar de una segunda cuenca sedimentaria”.
La segunda perforación, que tendrá un costo no menor a 30 millones de dólares, fue también mencionada por Jorge Ávila, días atrás, dejando entrever que hay preparativos en marcha para el nuevo proyecto.
Mientras YPF define quién se quedará con Manantiales Behr, en paralelo se abre la incógnita de si la D-129 puede convertirse en una nueva cuenca no convencional del país. Dos procesos distintos, pero que podrían marcar el futuro energético de Chubut —y la cuenca San Jorge— en la próxima década.
Gentileza https://www.adnsur.com.ar/