Alertan sobre el declive acelerado de los yacimientos de petróleo y gas


Buenos Aires (EP), 17 de septiembre ‘25. La AIE (Agencia Internacional de Energía) alerta que el declive acelerado de los yacimientos obliga a inversiones récord solo para mantener la producción y advierte que detener el flujo de capital generaría un déficit energético global.

Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía (AIE) advierte que los yacimientos de petróleo y gas enfrentan un declive más rápido de lo previsto, lo que obliga a las empresas a realizar inversiones récord solo para mantener la producción actual.

El análisis de la AIE señala un desafío estructural para la industria: la aceleración del declive en los campos convencionales y la creciente dependencia de recursos no convencionales, como el esquisto y los pozos en aguas profundas, exige un esfuerzo creciente para sostener la oferta y evitar tensiones en los mercados energéticos.

Ritmo de declive global

Según la AIE, la tasa promedio anual de declive post-pico alcanza 5,6% en petróleo convencional y 6,8% en gas natural. Más del 80% de la producción mundial proviene de campos que ya superaron su nivel máximo de extracción, donde las caídas se aceleran, obligando a la industria a invertir más para mantener la producción estable.

Diferencias regionales y por tipo de yacimiento

Las caídas varían según la región y el tipo de campo. En Oriente Medio, los grandes yacimientos terrestres muestran descensos inferiores al 2% anual. En cambio, en Europa, los yacimientos marinos más pequeños caen más del 15% anual, mientras que los pozos no convencionales, como el esquisto, presentan declives superiores al 35% en el primer año. Estas diferencias reflejan que las zonas maduras requieren mayor inversión y enfrentan mayores riesgos de caída acelerada.

Inversión récord para frenar pérdidas

Desde 2019, casi el 90% de la inversión global en producción de petróleo y gas se destina a compensar el declive de los campos existentes, en lugar de cubrir el crecimiento de la demanda. Para 2025, la AIE proyecta que la inversión upstream alcanzará 570.000 millones de dólares, concentrándose principalmente en sostener la producción actual.

Riesgos de detener la inversión

El informe advierte que si cesaran las inversiones de capital, la producción mundial de petróleo caería un 8% anual (unos 5,5 millones de barriles diarios), mientras que la producción de gas natural bajaría un 9% (270.000 millones de metros cúbicos por año). Esto generaría un déficit estructural que elevaría los precios y comprometería la seguridad energética global.

La AIE concluye que el futuro del mercado energético dependerá de la capacidad de atraer capital a proyectos cada vez más complejos y costosos, ante el riesgo de un desequilibrio permanente entre oferta y demanda que obliga a gobiernos y empresas a planificar más allá del corto plazo.

Gentileza Investing.com