La prevención del fuego en agenda en los Parques Nacionales patagónicos


Chubut (EP), 9 de diciembre ‘25. La Administración de Parques Nacionales impulsa una campaña que busca ampliar la prevención del fuego en la Patagonia andina durante la temporada 2025–2026, con un movimiento sostenido de información en accesos y centros de informes de cada área protegida. El objetivo apunta a reforzar conductas responsables en un período donde la ocurrencia de incendios suele aumentar, y donde la circulación turística exige una comunicación directa y constante con residentes y visitantes. La entrega de material se organiza de manera estratégica para que quienes ingresen a estos territorios cuenten desde el primer momento con recomendaciones claras y actualizadas.

La folletería incluye más de 50.000 ejemplares que ya circulan en portadas de ingreso y puntos de consulta, y forma parte de un plan que se presentó a finales de septiembre en la Feria Internacional de Turismo 2025. El contenido se orienta a explicar medidas simples que reducen riesgos, desde el manejo del fuego hasta acciones básicas de cuidado ambiental durante las caminatas y estadías en zonas boscosas. La intención es que cada visitante comprenda qué prácticas resultan seguras y qué acciones pueden generar situaciones que afecten la biodiversidad y las comunidades cercanas.

La distribución se concentra en los Parques Nacionales Lanín, Nahuel Huapi, Los Arrayanes, Lago Puelo y Los Alerces, todos ubicados en sectores donde el movimiento estival se intensifica y la vegetación acumula condiciones que favorecen incendios. Esta presencia territorial sostiene un mensaje que se repite en cada punto de contacto: la prevención requiere atención constante y se construye tanto con información precisa como con decisiones cotidianas.

El material se elaboró para visitantes, prestadores turísticos y habitantes de las localidades vecinas, que cumplen un rol central en la protección de los ecosistemas. La campaña señala la importancia del vínculo entre comunidad y áreas protegidas, y destaca que cada temporada implica una renovación de cuidados compartidos. A mayor difusión, mayor capacidad para reducir comportamientos que incrementan riesgos.

La APN remarca que las recomendaciones generales mantienen vigencia frente a un escenario estival que combina altas temperaturas y uso intensivo del territorio. La prioridad consiste en desalentar el uso del fuego en todas sus formas, no solo en zonas de acampe sino también en áreas donde el tránsito de personas incrementa la presión sobre el ambiente. Esa consigna se sostiene con material visual y textos breves que ordenan la información de manera accesible.

La campaña también apunta a que prestadores turísticos incorporen las recomendaciones en sus rutinas de trabajo, dado que el contacto diario con visitantes facilita la transmisión de alertas tempranas y buenas prácticas. Para las comunidades locales, el mensaje se enfoca en el cuidado del entorno inmediato y en la necesidad de proteger áreas que forman parte de su identidad y su vida cotidiana.

Las acciones de sensibilización refuerzan la idea de que los incendios forestales generan impactos directos en la biodiversidad y alteran procesos ecológicos que sostienen la fauna, la flora y el paisaje característico de la región. Por eso se insiste en la importancia de conductas adecuadas durante toda la temporada, incluso en días sin presencia visible de humo o calor extremo. Cada recomendación se integra a un esquema que busca reducir riesgos antes de que aparezcan señales de alarma.

Los equipos de Parques Nacionales incorporan estas tareas a su labor habitual de monitoreo, que se amplía durante los meses de mayor visita turística. La entrega de folletos funciona como una herramienta complementaria a patrullajes y recorridos informativos, donde el contacto directo con las personas permite responder dudas y remarcar medidas que previenen accidentes. La temporada estival demanda esta combinación de presencia territorial y comunicación continua.

La campaña se integra a un enfoque que entiende la prevención como una construcción social, donde la información circula entre múltiples actores y se adapta a cada entorno. Con esa lógica, la APN sostiene que el intercambio con residentes y prestadores resulta esencial para fortalecer el cuidado de los ecosistemas y garantizar que la seguridad sea una responsabilidad compartida. La estrategia se actualiza cada año para acompañar las variaciones del clima y los modos de uso de los espacios naturales.

Gentileza https://lu17.com/

Fotografía Ecoactivismo