Chubut (EP), 19 de diciembre ‘25. Se trata de Serpecom que pasó de tener 140 trabajadores a apenas 17 en un año.
La compañía se ve impactada por la pérdida de contratos clave en el marco del recambio de operadoras tras la salida de YPF de la región.
La crisis que atraviesan las empresas de servicios petroleros en la Cuenca del Golfo San Jorge sumó un nuevo capítulo. Serpecom, una firma histórica surgida tras la privatización de YPF en los años ’90 y conformada originalmente por ex trabajadores de la petrolera estatal, se encuentra hoy al límite de su continuidad operativa, luego de perder contratos clave en el marco del recambio de operadoras tras la salida de YPF de la región.
“Estamos cerca de que suceda lo mismo que a Montajes Industriales; de hecho, ya estamos en una etapa de venta de activos”, reconoció Sebastián Pedroni, gerente de la empresa e integrante de la Cámara de Empresas Regionales de Servicios Petroleros, al describir un proceso que en apenas un año redujo la dotación de personal de “ciento y pico de trabajadores” a solo 17 personas vinculadas actualmente.
La pérdida del contrato histórico y el efecto dominó
En diálogo con Actualidad 2.0, Pedroni explicó que Serpecom mantiene hoy un único contrato activo, vinculado al área Restinga Alí, bajo un esquema que ya arrastraban desde su relación histórica con YPF. Sin embargo, el contrato “madre”, que dio origen a la empresa y la sostuvo durante décadas, fue transferido a otra prestadora.
“Fuimos la última empresa en bajar, digamos, con todo lo que conlleva eso”, señaló, al graficar el impacto directo que tuvo el traspaso del personal y la pérdida de servicios en áreas como Campamento Central, Escalante y Trébol, que fueron las primeras en cambiar de operador.
Traspasos, intermediarios y recortes abruptos
Según detalló el gerente, el proceso se dio en varias etapas. Tras la salida de YPF, Serpecom continuó operando con PECOM, hasta que el contrato fue cedido a la firma NCY, que actuó como intermediaria. Allí comenzaron los recortes.
“Siempre persiguiendo el objetivo de bajar costos; de un día para otro nos dijeron que debíamos bajar 40 personas”, recordó. Más tarde, tras la disolución de NCY, PECOM aseguró que la empresa seguiría vinculada, pero días después se produjo un nuevo giro inesperado.
“Nos llamaron un día a las cuatro de la tarde para decirnos que al otro día, a las once de la mañana, se hacía el traspaso de la gente (nuestros empleados) a otra empresa”, relató. Ese traspaso se concretó el 12 de noviembre para el personal convencional y el 13 para el jerárquico, con destino principal a Copesa, actual responsable de operación y mantenimiento para PECOM.
Incertidumbre y venta de activos
Pedroni admitió que el futuro de Serpecom depende de la continuidad del contrato en Restinga Alí. “Si no podemos sostener ese contrato, entraríamos en la misma etapa de Montajes Industriales, en la que en realidad ya estamos: venta de activos y cierre ordenado”, explicó, al señalar que esta situación se repite en otras empresas “hermanas” de la región.
“La incertidumbre es la palabra que se adueñó de toda la industria este año en el Golfo San Jorge”, sostuvo, y agregó que muchas definiciones llegan “por los medios”, sin instancias formales de diálogo con las pymes.
Reclamo por participación real en las decisiones
Desde la Cámara de Empresas Regionales, Pedroni cuestionó la falta de inclusión de las firmas locales en las mesas de diálogo anunciadas por operadoras y autoridades. “Se habla de mesas de productividad y de diálogo, pero ninguna empresa estuvo sentada ahí. Nunca fuimos parte”, remarcó.
En ese marco, Pedroni contrastó la situación de Chubut con lo ocurrido recientemente en Santa Cruz, donde la operadora Brest —tal como reflejó ADNSUR— comunicó con antelación a las contratistas la necesidad de una reducción de tarifas del orden del 35%.
“Eso es algo que nosotros reclamamos cuando vino NCY: que nos avisen, que nos digan ‘necesitamos recortar este porcentaje’ y sentarnos a ver cómo llevarlo adelante”, explicó el gerente de la empresa.
A su criterio, ese esquema permite que las empresas de servicios puedan reorganizarse, ajustar estructuras o incluso decidir retirarse si los números no cierran, en lugar de enfrentar recortes abruptos de personal definidos de manera unilateral.
Finalmente, expresó su expectativa de que el ingreso de nuevas operadoras deje “lecciones aprendidas” y permita un esquema más previsible. “Ojalá que las empresas puedan ser parte de la solución, no desde lo discursivo, sino de manera real”, concluyó.
Gentileza https://www.adnsur.com.ar/