Río Negro (EP), 26 de diciembre ‘25. El banco JP Morgan quedó al frente de la estructuración del financiamiento para el segundo gran proyecto de exportación de gas natural licuado (GNL) que se proyecta en Río Negro, una iniciativa que impulsan YPF y la italiana ENI. La operación se mueve bajo el formato de project finance y busca armar un esquema de deuda de gran escala para sostener la inversión prevista.
Según la información que circula en el sector energético, el banco inició el armado de un crédito por hasta US$ 12.500 millones, una cifra pensada para cubrir cerca del 70% del monto total estimado. El 30% restante quedaría a cargo de las propias compañías socias, que aportarían fondos directamente para completar el paquete financiero.
El plan de inversión incluye tres componentes centrales que demandan infraestructura y logística en cadena. Por un lado, prevé la instalación de dos buques licuefactores frente a la costa rionegrina para procesar el gas y convertirlo en GNL para exportación. En paralelo, contempla la perforación de alrededor de 800 pozos dedicados a abastecer el sistema.
La obra también incorpora la construcción de un gasoducto exclusivo para transportar el gas desde Vaca Muerta hasta el litoral atlántico. Ese ducto, según la planificación informada, operaría como vía dedicada al proyecto para asegurar el suministro hacia las unidades flotantes de licuefacción.
Este movimiento financiero aparece después de la firma del Technical Final Investment Decision (FID técnico), una instancia que validó el diseño industrial del complejo. Ese paso surgió tras meses de trabajo entre equipos técnicos de YPF y ENI, con foco en la ingeniería y la organización operativa del sistema.
En las conversaciones internas de la compañía, el presidente de YPF, Horacio Marín, dejó abierta la puerta a una ampliación de escala. La petrolera mantiene negociaciones con un posible socio internacional adicional para sumar un tercer buque, lo que elevaría la capacidad de exportación a unas 18 millones de toneladas anuales de GNL.
Si ese escenario suma un nuevo barco, el monto a financiar también crece y cambia el tamaño de la operación. La estimación difundida indica que el esquema total podría trepar hasta US$ 17.000 millones, en línea con una infraestructura más grande y una capacidad exportadora mayor.
Por la magnitud del armado, el proyecto contempla un ecosistema financiero inusual para el mercado local. Se prevé la participación de hasta 200 bancos y alrededor de 300 entidades financieras y fondos de inversión internacionales, en una de las operaciones energéticas más grandes de los últimos años en Argentina.
En paralelo, el sector espera la firma de la decisión final de inversión por parte de XRG, subsidiaria internacional de ADNOC, un paso que consolidaría el consorcio vinculado al proyecto. En YPF manejan proyecciones de impacto alto cuando el complejo opere a pleno: el cálculo de la compañía ubica las exportaciones de GNL entre US$ 30.000 y US$ 40.000 millones anuales.
Gentileza https://lu17.com/
Fotografía bocadepozo.com.ar