Tierra del Fuego (EP), 29 de diciembre ‘25. Las turberas patagónicas son ahora el centro de una iniciativa binacional sin precedentes entre Argentina y Chile. Es que, recientemente, ambas naciones consolidaron un sistema de gobernanza ambiental compartida para asegurar la protección de estos ecosistemas cruciales a largo plazo.
La propuesta surgió del trabajo conjunto entre instituciones y organizaciones de ambos países.
Por Argentina participaron la Asociación Manekenk y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF). Por su parte, Chile sumó a la Fundación Hach Saye, Fundación Ciudadanos y Clima, Universidad de Magallanes, al Ministerio del Medio Ambiente y WCS.
Un borrador para la conservación
Especialistas de ambos países se reunieron en Magallanes para elaborar un borrador de gobernanza. El documento define los componentes estructurales, los mecanismos de toma de decisiones y la organización de la iniciativa. Este marco busca dar continuidad a la visión y misión establecidas participativamente en 2022.
El borrador será discutido en los próximos meses con todos los actores involucrados.
“Este espacio de colaboración y cooperación binacional es fundamental, porque relevamos la importancia de conservar y proteger las turberas patagónicas como un ecosistema común y ecológicamente continuo”, señaló Paula Otth, profesional del Departamento de Ecosistemas Acuáticos del Ministerio del Medio Ambiente de Chile.
La ingeniera Adriana Urciuolo, docente investigadora de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, destacó: “Este documento refleja la visión de todos sobre la Iniciativa Turberas Patagónicas”. “Es lo que soñamos cuando nos reunimos en 2021 y decidimos formar esta iniciativa”, agregó, orgullosa.
Objetivos y alcances
La propuesta articula ciencia, política y sociedad para garantizar la protección de las turberas patagónicas.
El proceso espera sumar nuevos actores vinculados al tema y aportar diversas perspectivas para la conservación.
Los objetivos principales incluyen promover la conservación y restauración de turberas, fortalecer la red de trabajo binacional, generar conocimiento científico compartido, impulsar políticas públicas coordinadas, e inspirar a la sociedad para el cuidado de estos ecosistemas
Nicole Püschel, encargada de Cambio Climático y Biodiversidad de WCS Chile, subrayó: «Para WCS, como custodios de turberas en Karukinka, es importante que la protección de estos ecosistemas se extienda más allá de lo local».
Las amenazas que enfrentan las turberas
Las turberas constituyen las mayores reservas naturales de carbono del planeta, lo que las hace especialmente relevantes.
Es que estas almacenan el doble que toda la masa forestal mundial, por lo que su rol es clave en la mitigación y adaptación al cambio climático.
Sin embargo, estos ecosistemas enfrentan amenazas significativas. El drenaje, el cambio de uso del suelo y la invasión de especies exóticas como el castor representan riesgos importantes.
Por ello la explotación no sustentable de turba y musgo también pone en peligro su integridad.
Ante esto, la iniciativa binacional entre Argentina y Chile cobra especial relevancia en el contexto actual.
El encuentro se realizó en el marco del proyecto liderado por WCS Chile: “Potenciando la conservación de las turberas en la Patagonia mediante la investigación científica y la colaboración entre actores”.
Este proyecto busca mejorar la gestión y manejo de los ecosistemas en el Parque Karukinka. Se enfoca particularmente en dos presiones: los cambios hidrológicos asociados al castor y los efectos del cambio climático.
En los últimos años, ambos países dieron pasos significativos en el conocimiento y valoración de las turberas.
El creciente interés científico y comunitario ofrece oportunidades concretas para expandir los esfuerzos de conservación en la región.
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Fotografía Universidad de Chile