Santa Cruz (EP) 17 de junio ‘25. Ante inversores canadienses, el secretario de Minería de la provincia, Pedro Tiberi, hizo un análisis de cómo las operaciones mineras utilizan la energía disponible para producir onzas de oro y plata. Desde el uso del gas oil, pasando por el Interconectado Nacional y llegando a la energía eólica.
En un escenario global cada vez más enfocado en la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente y las comunidades, Santa Cruz trabaja una nueva estrategia de transición energética en el ámbito de la minería.
Durante el evento “Santa Cruz Energía y Minería“, organizado por el Gobierno provincial y que contó con la destacada presencia de la Bolsa de Toronto e inversores canadienses, el secretario de Estado de Energía y Minería, Pedro Tiberi, detalló cómo este distrito productor líder de oro y plata de la República Argentina busca transformar su matriz energética en la industria extractiva, abriendo nuevas y atractivas oportunidades para la inversión.
La reconversión energética de las operaciones mejorará la competitividad del sector industrial.
La clave reside en la reducción drástica del consumo de energías no renovables, lo que no solo mitiga el impacto ambiental, sino que también optimiza la competitividad del sector.
Evolución histórica
Tiberi ofreció una retrospectiva reveladora sobre el panorama energético de la minería santacruceña. “En Santa Cruz la minería nació en la década de 1990, el Interconectado Nacional no existía“, recordó el funcionario, pintando un cuadro de los desafíos iniciales. Las primeras grandes operaciones metalíferas de Santa Cruz, como la de Cerro Vanguardia, dependían casi exclusivamente del gasoil para funcionar, utilizando hasta un 90% de este combustible.
Sin embargo, la necesidad de ser productivas forzó una adaptación. Cerro Vanguardia, pionera en el desarrollo de la minería metalífera argentina, tendió una cañería de gas desde el gasoducto San Martín, logrando transformar casi por completo su matriz energética a gas, dejando el gasoil únicamente para su flota vehicular. Proyectos posteriores, que entraron en producción a partir de 2014, ya adoptaron el gas como fuente principal desde su concepción.
A pesar de estos avances, el gran desafío de la minería en Santa Cruz ha sido históricamente su aislamiento de la red eléctrica nacional, lo que la obligaba a depender de fuentes no renovables. Esta debilidad, no obstante, está siendo superada en el Macizo del Deseado.
La extensión del Sistema Argentino de Interconexión hasta localidades clave como Perito Moreno y Los Antiguos permitió abrir un nuevo capítulo. Así, en la actualidad existen yacimientos como Minera San José y Cerro Negro (ambas situadas en cercanías a Perito Moreno) pudieron conectar parte de su infraestructura a la red eléctrica nacional, lo que les permite reducir significativamente su consumo de combustibles fósiles, limitando el uso de gasoil mayormente a sus flotas de vehículos.
Camino hacia la eficiencia
Más adelante, Pedro Tiberi presentó un análisis minucioso del consumo energético de las principales operaciones mineras de la provincia, destacando tanto los desafíos persistentes como los avances hacia una mayor eficiencia:
Cerro Negro: este yacimiento comenzó a integrar energía adquirida, principalmente eólica. Sin embargo, se aclaró que esta energía renovable a menudo proviene de la quema de gas o gasoil en otras provincias. Actualmente, su matriz se compone de un 61% de energía no renovable adquirida y un 35% de energía eólica. El ambicioso objetivo es reducir drásticamente el consumo de gasoil, que representa hoy una cifra millonaria, superando los 30 millones de dólares anuales en combustible para este yacimiento, con algunas operadoras alcanzando incluso los 60 millones. Esto subraya la urgencia económica de la transición.
Gentileza La Opinión Austral + https://mineriasustentable.com.ar
Fotografía La Izquierda Diario