¿Cuánto cuesta pasar el crudo invierno sin gas en la Patagonia?


Río Negro (EP), 7 de junio‘24. En la región, el gas natural es un lujo al que cada vez menos hogares pueden acceder, en muchos casos por falta de infraestructura y conexión al servicio. En las zonas más o menos alejadas de los centros urbanos, las opciones son leña, garrafa o electricidad. ¿Cuánto gasto representan al bolsillo?

En la región patagónica cada vez son más los hogares que no pueden acceder al servicio de gas natural, ya sea por la falta de obras, por las lejanías a los centros de distribución o por la imposibilidad económica de sumarse a la red.

Con esta realidad, miles de patagónicos deben recurrir a otros recursos como leña, garrafas o aparatos eléctricos, los cuáles insumen un mayor presupuesto en comparación con el gas natural. ¿Qué aumentos se vienen para la época más fría del año? ¿Qué alternativas existen y a cuánto se pueden conseguir?

Golpe al bolsillo

Según se conoció en los últimos días, los usuarios del servicio de gas en todo el país están recibiendo boletas con aumentos del orden del 442% en promedio. De esa manera, las boletas que llegan a los hogares empiezan a percibir el último aumento al servicio que decidió el gobierno antes del congelamiento, aplicado a partir de mayo.

Fuera del universo residencial, además, las subas son mucho más notorias. Informes publicados calculan que los aumentos llegan al 1.140% para usuarios comerciales e industriales, si es que están en la categoría SGP 1, la más alta.

Días atrás, el gobierno dio a conocer a través del Boletín Oficial que el período junio-noviembre sería un “período de transición” desde un sistema de subsidios generalizados a un nuevo método de subsidios focalizados. En el período la Secretaría de Energía tendrá amplias facultades para aplicar aumentos a todos los usuarios, N1, N3 y N2.

Sin embargo, una buena: aunque fue excluido en la Cámara de Diputados, el dictamen final de comisión de la Ley Bases que se debatió en el Senado mantiene el beneficio para las regiones denominadas como “zona fría”, por el cual cerca de la mitad de los usuarios residenciales de gas natural de la Argentina reciben un descuento de entre 30% y 50% en sus facturas finales.

El régimen previsto por la Ley 25.565 de Zonas Frías originalmente preveía que desde 2002 unos 800.000 usuarios de la Patagonia, la Puna y Malargüe (Mendoza) tengan un descuento en sus tarifas del 50% sobre lo que pagan en el precio del gas. Hace dos años el beneficio se amplió a otras zonas del país con clima frío o templado-frío y escaló a los 4,3 millones de hogares, sobre un total de 9 millones en el país.

Carencia de infraestructura

En las últimas décadas, y en base a los datos demográficos recogidos, es considerable el crecimiento poblacional que tuvo la Patagonia. Por ejemplo, según registró el último censo, la provincia de Neuquén posee un total de 175.324 habitantes más que en 2010, pasando de 551.266 a 726.590. Respecto de las viviendas, la cantidad creció en 79.072

Tierra del Fuego pasó de 127.205 habitantes en 2010 a 190.641, en 2022. Su crecimiento fue de 63.436 personas lo que significa un 49,9%. También departamentos como Bariloche o Escalante, que han explotado habitacionalmente, tuvieron un desarrollo considerado: el primero registra una población de 162.088 personas (Incluyendo a Bariloche, El Bolsón, El Manso, El Foyel y Villa Mascardi), es decir una variación del 17,6% respecto al censo del 2010. En el segundo caso, en Chubut, que incluye a Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, hay 215.453 habitantes, lo que significa un aumento de un 15%, en relación a la década anterior.

Estos incrementos, muy pocas veces son acompañados de una obra pública que responda a la demanda en tiempo y forma. Y una de esas faltas es el gas natural.

Camuzzi, la principal prestadora del servicio en la región, tiene trabadas las incorporaciones de nuevas conexiones domiciliarias en toda la región cordillerana, al menos desde 2022. Según se había conocido meses atrás, la veda de nuevos nexos afecta a unos 5.000 clientes potenciales en Bariloche, y lo mismo ocurre en otra veintena de localidades en Chubut, Río Negro y Neuquén.

Este escenario se encrudeció cuando el actual gobierno nacional anunció que no habría nuevas obras públicas, lo que afecta a los trabajos en compresoras de gas de la región que quedaron detenidas.

Frente al acceso negado al gas natural, miles de familias deben calefaccionarse y cocinar con otros combustibles.

El costo alternativo

Con el panorama descripto anteriormente, los hogares que no cuentan con el servicio de gas natural reciben cada invierno con calculadora en mano para prever la “inversión” en calefacción, que, en gran parte de la región, además, la situación se encrudece debido a las distancias, el invierno anticipado y la caída de fuertes nevadas.

Los presupuestos no son siempre iguales, dado que dependen de la cantidad de habitantes del hogar, el uso, qué artefactos utilizan (salamandra, estufa de bajo consumo, cocina económica, etcétera) y cuán aislada esté la vivienda.

Para hacer números, una garrafa de 10 kilos comprada en YPF-Gas tiene un precio que ronda los $15.000, pero si bien el precio es el más accesible, solamente están disponibles en los centros oficiales de distribución. Conseguirla en otros puntos de ventas, como despensas barriales, puede llegar a costar entre $20.000 y $25.000. Para quienes puedan utilizar gas de tubo en envase de 45 kilos de gas, lo hacen por, aproximadamente, $50.000.

Cabe destacar que estos productos se consumen de varios por mes y de a varias unidades al mismo tiempo, en diferentes artefactos. Y otro ítem a tener en cuenta es que obtener un envase por primera vez, tiene un valor que ronda los $60.000.

Otros hogares, cuentan con la opción de calefacción a leña (o combinan con otros aparatos). Suelen utilizarse las estufas de bajo consumo o salamandras e incluso tachos de metal, especialmente en las casas con menos recursos.

En muchos rincones de la región, años atrás, la costumbre era levantar y acopiar leña “gratuita” que se encontraba en los descampados o bosques, pero esta opción en la actualidad es casi imposible y la alternativa es la compra de maderas y troncos.

En estos momentos, el metro de leña se consigue entre $20.000 y $30.000, dependiendo del tipo de árbol (pino, ñire, ciprés, maitén, álamo), y si se entrega a domicilio. En 2023, el valor era mucho menor y tocaba los $10.000.

En paralelo, muchos gobiernos provinciales y municipales ofrecen a los vecinos la inscripción a los planes garrafas o de leña, a través de los cuales se entrega parte del material necesitado, aunque las listas de vecinos anotados cada vez son más largas y la oferta no llega a cubrir la demanda.

Por último, una opción que eligen en varios hogares es la implementación de paneles eléctricos, los cuales consumen un promedio 0,60 KW por hora; de los artefactos que consumen luz, son de los más económicos y sustentables. Sin embargo, suelen servir únicamente para calentar el entorno que tienen a su alrededor, y muchas veces demoran demasiado en calefaccionar un ambiente entero o directamente no lo consiguen.

El frío ya llegó a la región y el gas natural no es una opción posible para todos. Al igual que con el resto, habrá que afilar el lápiz para pasar el invierno.

Fuente https://masp.lmneuquen.com/